Cuando el todo nos conduce a la nada

Tan cerca y tan solos. Hoy un clic nos basta para estar en contacto y comunicarnos pero los vínculos se han impersonalizado. Nunca me hubiera imaginado cuando era chica que podría tener acceso a la información tan rápidamente y sin embargo, hoy busco todo en la red.
Esto tiene sus beneficios: la inmediatez de la información, el contacto con otras culturas, nuevos amigos y colegas, y acceder a otras perspectivas de vida. Pero como todo, tiene su lado negativo: esa maldita impersonalidad a la hora de entablar vínculos, ese no saber quién es la persona real del otro lado y la pérdida del contacto cara a cara y el apretón de manos.
Sin lugar a dudas por más que gane muchas cosas, sigo prefiriendo tomar un café o una copa de vino (según el contexto) acompañada de personas físicas y no verme reducida a una dirección o representada por un archivo html.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

¿Me agarró el viejazo?

Semana de descubrimientos

Triste, solitario y final